Mis primeros pasos en Scrum

Hombre dando sus primeros pasos en Scrum

Recuerdo mis primeros pasos en Scrum, mi primer acercamiento a las metodologías ágiles, rondaba el año 2015 cuando, por necesidad, tuve que investigar de qué se trataba  Scrum.

Venía de una formación completamente predictiva, tratando de aplicar las buenas prácticas del PMI®, ¡cuando los clientes se dejaban, claro esta!

Tenía ya varios años de haber incursionado en el medio del marketing digital y si de algo estaba seguro era que la gestión predictiva no funcionaba en ese ambiente, la dinámica  con los clientes era, por así decirlo, muy especial, todo parecía no estar planeado, a menudo nos enfrentábamos a definiciones muy ambiguas o nulas, a cambios de último momento, a expectativas muy altas en tiempos muy cortos, en fin todo aquello que en la gestión predictiva podría ser considerado como un caos.

Y no es que todo eso estuviera mal, no, verdadermente no, mas bien estaba entrando a un «mundo» diferente que necesitaba un tipo de gestión diferente. Recuerdo como en el primer proyecto traté de implementar un «Project Charter» e incluso traté hacer que mi cliente de marketing lo firmara, para que así quedara delimitado el alcance, pues el costo y el tiempo estaban más que claros; recuerdo también la cara con las que nos voltearon a ver cuando les pedimos la firma, seguro pensaron; «¿Qué les pasa a estos tipos? ¿Por qué quieren que les firme este documento?  Si al final les voy a terminar pidiendo cambios» y aunque esta es solo mi suposición no distó mucho de lo que en realidad paso durante la ejecución del proyecto.

Pasé varios años con esta dinámica con los clientes,, hasta que me encontré con Scrum, sonaba interesante, parecía que era mi solución, no necesitaba establecer mi alcance desde el principio, podría irlo definiendo conforme avanzará el proyecto. Así que decidí investigar mas al respecto y certificarme como Scrum Master, después formé mi equipo, los capacite en conceptos básicos, alineé a los directores y gerentes en esta forma de gestión, elegí un par de proyectos y «manos a la obra«, empecé a gestionarlos bajo Scrum.

He de decir que al final logré  implementar Scrum, aunque, tal vez no con el suficiente grado de éxito como hubiera deseado, pero si de algo estoy seguro, es que, Scrum si funciona y funciona bien, sobre todo cuando hablamos de proyectos con alto grado de incertidumbre, aquellos en donde el cliente no tiene bien definido en inicio el objetivo final del producto o, bien, esta dentro de un mercado muy cambiante.

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